La producción de bienes y servicios en una ubicación geográfica cercana a su consumo o uso no solo reduce la huella ambiental asociada al transporte y la distribución, sino que también fortalece la conexión entre productores, marcas y consumidores. Esta proximidad fomenta un modelo de consumo más consciente y sostenible, donde se prioriza la calidad sobre la cantidad y se construyen relaciones más transparentes y directas a lo largo de la cadena de suministro.

Un aspecto fundamental de este valor es el compromiso con unas condiciones laborales justas y éticas durante todo el proceso de fabricación. Esto implica implementar políticas y procedimientos que garanticen:

• El pleno respeto de los derechos laborales , de acuerdo tanto con la normativa local como con los estándares internacionalmente reconocidos.
• Salarios justos y dignos , no limitados a los mínimos legales sino que apunten a un salario digno que permita a los trabajadores cubrir sus necesidades básicas y vivir con dignidad.
• Condiciones de trabajo seguras , garantizando entornos libres de riesgos para la salud física y mental.
• Igualdad de oportunidades , garantizando la no discriminación por razón de género, edad, origen, religión o cualquier otra condición personal.
• La promoción del desarrollo personal y profesional , ofreciendo capacitación, oportunidades de crecimiento y una cultura laboral que mejore el bienestar general.